El Ser para el ayurveda es el objeto de su estudio y trabajo. No la persona física, no su situación de salud actual, si no, el “sat” el concepto más amplio, puro y perfecto de existencia. Desde la óptica del ayurveda, “Yo Soy” es la esencia de un ser humano, es su verdadera identidad. 

Yo no soy este cuerpo físico, que puede o no, estar afectado transitoriamente, yo no soy el nombre que mis padres eligieron para mí cuando nací, ni tampoco soy mi profesión, no soy nada que pueda estar influido por agentes externos, para el ayurveda, yo soy lo que existe detrás de todas esas cosas, soy lo que existe previamente a todas mis condiciones y características. 

El “Yo Soy”, so ham, para la filosofía samkhya, base del yoga y el ayurveda, es eso que queda de mí si le extraemos el ego, el ahamkara, la falsa apreciación de la realidad teñida por mis pensamientos, alterada por el manas, la mente, y que gracias a la oportuna intervención de buddhi, el intelecto, puede llegar al discernimiento, la viveka, y así manifestarse plenamente como conciencia infinita, pura, el chitta. 

Eso es “Yo Soy”, es conciencia absoluta, habitando un cuerpo. Por eso la práctica de medicina ayurveda enfoca su atención en ese ser, en este “Yo Soy” de cada uno, para diseñar una terapia que impulse, que eleve y equilibre la conciencia individual de ese ser, el “sat”, para que a través del cuerpo que le tocó habitar, influya en el “atman”, alma,  impregnándola de bienestar y felicidad, situación desde la cual es imposible la enfermedad. Porque “Yo Soy” lo que decida ser. La propuesta del ayurveda es acompañarte en tu decisión de ser “sat chit ananda”, un ser sano, pleno y feliz.