La respiración es la más vital de las funciones humanas. Sin aire no podemos subsistir por escasos segundos. Pero no sólo de aire se alimenta nuestro sistema de vida. La respiración aporta lo más esencial:
– El Prana, la energía vital. Vehiculiza la vida misma. En su fluir dinámico y equilibrado opera como el cordón umbilical del universo proveyéndonos con la inhalación energía de alta frecuencia y liberándonos con la exhalación de las de bajo nivel vibratorio.
La respiración tiene por tanto función nutritiva y depuradora ¿y porqué es tan importante y la manifestación sutil de la vida? Es que, maravillosamente es la única que puede ser manejada a voluntad. A diferencia de nuestras otras experiencias vitales.
La propuesta de las medicinas energéticas es hacer uso de esas poderosas facultades y aprender a aprovechar al máximo los beneficios que la práctica consciente de la respiración aporta a la vida integral de la persona en los planos físicos y espirituales.
En la amplitud de sus implicancias afecta todas las dimensiones del ser y también es reflejo de la atmósfera vital de esa persona.
La respiración nos conecta con lo intangible del mundo cuántico y es lo último que nos acompaña en nuestro viaje por esta realidad hasta que el alma decida trascender con el último aliento.
